Estudiantes con sólidos valores adquiridos de la religión Católica sustentados en un actuar que pone en práctica el amor compasivo a ejemplo de María nuestra Madre de Dolores, humildes, caritativos, sencillos, alegres, solidarios, honestos, sensibles ante el dolor, respetuosos y leales. Practicando vivazmente las actividades que los invite a descubrir a Dios Providente en su vida, siendo dócil y abiertos a la voz del Espíritu y dejándose moldear por ÉL.
Personas afectivas que contribuyan a mejorar y cuidar el medio que los rodea con actitudes positivas. Estudiantes que aman su escuela, la valoran, se sienten orgullosos y pertenecientes a la comunidad educativa, y con convicción lo agradecen esforzándose día a día por mejorar, teniendo hábitos de estudio y constancia en sus deberes escolares los que les permitirá acceder a una educación media en concordancia con sus deseos y proyecciones.
Estudiantes que se preocupan por desarrollar sus capacidades físicas, entendidas estas como actividades artísticas y deportivas potenciando sus habilidades y talentos. Junto con sus capacidades cognitivas: el pensamiento crítico, analítico, lógico y reflexivo. Valoran la excelencia y se esfuerzan por desarrollar al máximo su potencial, que luego pondrán en manifiesto en su comunidad y fuera de ella en los procesos de socialización, instancias que le permiten relacionarse de forma efectiva en el mundo social actual y los prepara para adaptarse a futuros cambios.